3 cosas que deben pasar al comienzo de tu novela
A todos nos gustan las historias que empiezan bien y te enganchan. Y para conseguirlo, en esta publicación, vamos a hablar sobre 3 cosas que debes hacer al comienzo de tu novela para lograr un gran íncipit que atrape al lector.
El íncipit es ese arranque de toda novela que tanto cuesta escribir. Para la historia, es determinante, pues sin un buen comienzo no habrá una buena continuidad. Los lectores son criaturas inclementes y despiadadas, y no dudarán en lanzar nuestro relato por los aires si esas primeras líneas les aburren. Y están en su derecho de hacerlo.
El comienzo de una novela puede ser algo intenso y espectacular, como un tanque destrozando una ciudad, o puede ser algo sutil y paulatino, como una frase incómoda que desemboca en una discusión. Sea como sea, tiene que atrapar al lector y hacer que sienta curiosidad por lo que va a ocurrir a continuación.
3 cosas que debes hacer al comienzo de tu novela
En tu escena de apertura debes llevar a cabo estos tres puntos:
1. Orientar al lector
Sitúa al lector cuanto antes, a ser posible en el primer párrafo. Cuéntale dónde está y qué está pasando a su alrededor. Puedes ser ambiguo si quieres guardarte algún secreto para más adelante, pero ten cuidado con no confundirle ni desorientarle.
2. Presentar a tu protagonista
Vale, el lector ya tiene una idea aproximada de dónde se desarrolla la acción, ahora… ¿quién está ahí? Presenta a tu protagonista lo antes posible y asegúrate de reafirmar su condición de protagonista. El lector quiere saber qué está sucediendo, pero sobre todo quiere saber a quién le está sucediendo.
3. Crear suspense
Una vez que el lector ya sabe dónde se encuentra y con quién, debe mantenerse interesado sobre lo que está ocurriendo. Tienes que conseguir que se haga preguntas y sienta curiosidad sobre la escena que se está desarrollando. El suspense es el pegamento que une al lector con la novela.
En El Lenguaje de las Flores, Vanessa Diffenbaugh comienza la novela incendiando la cama de su protagonista. De esta simple acción se puede sacar mucha información:
- ¿Dónde estamos? En la casa de la protagonista, en un hogar de acogida.
- ¿Quien está presente? La protagonista. Enfadada y angustiada; lo que nos da indicios de su personalidad fuerte y violenta.
- ¿Por qué es interesante?: Está ardiendo su cama… ¿por qué diablos…?
4 cosas que NO debes incluir al principio de tu novela
1. Historia de fondo:
Tienes que tejer el trasfondo a medida que avanza la historia, poco a poco. No pretendas explicarle a un lector recién llegado cómo es la geografía de tu mundo, su política y su cultura. Tampoco le resumas la vida de alguien a quien acaba de conocer. ¡Nada de eso le importa! Es muy importante conocer los detalles de tu historia, pero es más importante aún es saber qué omitir y cuándo omitirlo.
2. Flashbacks:
Cuando un in media res sale mal, nos encontramos con un íncipit donde la historia empieza con un interminable flashback que básicamente pone al lector al día. Esto habría tenido el mismo efecto si la novela directamente empezara por el principio.
3. Pasajes largos y descriptivos:
Las descripciones son clave para sumergir al lector en una historia, pero no son efectivas si abusas de ellas al principio. Nadie quiere empezar una historia con un puñado de párrafos contando detalles sobre algo que acaba de ocurrir y todavía estamos tratando de asimilar.
4. Prólogos forzados:
La mayoría de las veces no necesitas un prólogo. Un prólogo inoportuno resta valor a la escena de apertura si no aporta información realmente necesaria. Se puede usar para cerrar un intervalo de tiempo o usarlo a modo de crónica que anticipa la historia que viene a continuación, pero nunca como un capítulo extra para explicar aspectos de la historia principal.
¿Y tú, cómo consideras que debe ser un buen íncipit? ¿Se te ocurren más cosas para NO incluir en un inicio? ¡Déjalo en los comentarios!