¿Conoces a estos escritores que fueron rechazados?
Es común pensar que, si una o varias editoriales rechazan tu obra, es porque esa obra no vale nada. A veces, es cierto que algo está fallando, que tu novela realmente no merece la pena y necesita reescribirse de un modo muy distinto para que una editorial sopese su publicación. No obstante, si tú estás total y absolutamente convencido de que tu novela es buena pero los editores y la gente que te rodea te dice lo contrario, ignórales. Insiste. Sigue adelante. Y busca una manera de publicar tu obra. Porque si para ti tu trabajo realmente es bueno, es porque lo es.
Aquí dejo 5 casos de por qué nunca hay que rendirse ante las adversidades. Ejemplos que demuestran a la perfección que lo único importante es la determinación, la perseverancia y la confianza.
Stieg Larsson
Karl Stig-Erland Larsson, más conocido como Stieg Larsson, es un periodista y escritor sueco archiconocido en el mundo entero por su obra: la trilogía Millennium. Pues aunque para él el periodismo era algo vocacional, el comité que reguló su solicitud de ingreso a la universidad de periodismo no opinaba lo mismo, y le rechazaron.
Tim Burton
En 1976, Tim Burton escribió un libro infantil que más adelante envió a Walt Disney Productions. Su deseo era que la productora convirtiese aquella historia en alguna película o que, por lo menos, valorase su trabajo utilizando parte de su contenido en cualquiera de sus animaciones. Por desgracia, Disney rechazó el libro el Tim Burton. El mismo Tim Burton responsable de la que sería una las películas más famosas y originales de Disney: Pesadilla Antes de Navidad.
Kurt Vonnegut
El escritor estadounidense de ciencia ficción Kurt Vonnegut, envió dos escritos a The Atlantic Monthly, una importante revista de cultura y literatura. Ambos trabajos fueron rechazados con una excusa poco convincente. Si el director de The Atlantic Monthly hubiese podido apreciar realmente el trabajo de Vonnegut, la revista habría fichado a quien a día de hoy es uno de los escritores más reconocidos de Estados Unidos.
Sylvia Plath
Howard Moss, editor de The New Yorker, rechazó los poemas que Sylvia Plath le mandó para que publicara. La excusa se basaba en el mero hecho de no entender un género demasiado nuevo que suponía una apuesta arriesgada. Años después Sylvia Plath sería reconocida mundialmente por sus poemas.
J.K. Rowling
Y para acabar, el mejor y más increíble caso de rechazo literario de cuantos se conocen: La novela juvenil Harry Potter y la Piedra Filosofal, de J.K. Rowling llegó a ser rechazada. Es más, Rowling necesitó ayuda económica para publicarla. Tampoco se imaginaba que con literatura para niños podría ganar dinero suficiente como para vivir. Y sin embargo, a día de hoy no hace falta explicar la repercusión que ha tenido Harry Potter en el mundo. Tuvo que ser divertida la cara de aquellos editores que no confiaron en su obra al darse cuenta del inmenso error que habían cometido.