Artículo reeditado y actualizado a 22 de Febrero de 2016.
Esta entrada va dedicada a todas aquellas personas que tienen dificultades para adoptar la lectura en su día a día. Da igual si eres de quienes perdieron el hábito o de quienes nunca lo tuvieron. Aquí encontrarás la forma de engancharte a los libros y acostumbrarte a leer todos los días. Sigue estos consejos fielmente y verás resultados antes de lo que te imaginas:
1. No te obligues a leer algo que no te gusta
Un error tan común como peligroso es forzarse a uno mismo a leer libros que no nos gustan, simplemente porque la crítica dice que son muy buenos. Estoy convencido de que al menos una vez en tu vida has intentado leerte uno de esos clásicos de la literatura, y te ha resultado tan tedioso y aburrido que te ha dado vergüenza admitirlo. Como si fueses la única persona en el mundo que bosteza ante una obra maestra de la Literatura Universal. No, no eres un bicho raro, simplemente prefieres otro tipo de lectura. Y créeme, muchas novelas de fama mundial están sobrevaloradas, pero han llegado a tal punto de reconocimiento que nadie se atreve a despreciarlas. No te compliques, si no te gusta lo que lees, por muchas ediciones que lleve, no tienes por qué seguir leyendo.
O quizá te has gastado 20€ en un libro y, aunque te esté pareciendo insufrible, quieres terminarlo para al menos haber amortizado el gasto. En mi humilde opinión: hay libros que me parecen tan sumamente aburridos que no me los leería ni aunque me pagaran por ello. ¿Y qué me dices de esos libros donde lo bueno viene después? Sí, ya sabes, el típico libro que te recomienda un amigo y que por más que lo intentas es soporífero. A lo que tu amigo añade: “ya, el principio es aburrido, pero luego se pone interesante.” Perdona, pero esto no funciona así. Un buen libro debe ser bueno de principio a fin. Una cosa es que no tenga acción en ciertas partes, que algunos capítulos sean más densos que otros… pero un libro cuyas 100 primeras páginas son aburridas porque sí, no es un buen libro. Aunque a partir de la 101 todo sea apasionante y maravilloso.
Si no estás curtido en esto de la lectura no te recomiendo en absoluto que leas algo por obligación, como si fuese una tarea de clase. Y es que así lo único que consigues es asociar la lectura con el trabajo. Inconscientemente interpretarás la lectura como algo malo y terminarás aborreciendo todo lo relacionado con ésta. Así que lee lo que te apetezca, disfrutando, considerándolo tiempo de ocio. Lo que nos lleva al siguiente punto.
2. Para crear un hábito, lee únicamente aquello que te apasione
Ya sea porque eres alguien que quiere retomar la lectura después de mucho tiempo, o porque nunca has leído un libro en tu vida y quieres cambiar eso como sea, es imprescindible empezar con libros que te apasionen. No basta con que te guste el género o la temática, el libro en sí debe enamorarte, encantarte, maravillarte. Debe ser una adquisición de esas que, una vez leída, la pones en tu mejor estantería como si de un tesoro se tratase. Esta es la clave, si cumples al pie de la letra este paso te garantizo que adoptarás la lectura en tu vida, aunque nunca antes hayas tenido dicha costumbre. Si empiezas un libro y después de un buen puñado de páginas has perdido todo el interés y te da igual saber cómo acaba, déjalo. Vuelve a la biblioteca o librería e inténtalo de nuevo con otro. Ya retomarás las lecturas abandonadas cuando hayas adquirido un ritmo que te permita sobrellevar mejor los temas menos apasionantes.
Sin embargo, aunque es fácil entender la idea de leer únicamente lo que te apasiona, el problema surge a la hora de encontrar esos libros de interés. ¿Cómo saber si un libro te va a encantar sin leerlo? No lo puedes saber con un simple párrafo en la contraportada, eso está claro. Pero puedes partir de lo que sí sabes: aquello que te gusta a nivel personal. ¿Qué temas te apasionan? ¿Qué clase de películas o series te atraen más? ¿Qué tipo de historias prefieres? ¿Qué género? Responde a estas preguntas y busca lo que más se le parezca dentro de la literatura. No siempre vas a acertar, pero es el mejor punto de partida que puedes tener. Inténtalo todas las veces que necesites hasta dar con un libro que te enganche. Como ayuda adicional, también puedes buscar recomendaciones online: existen infinidad de espacios en Internet donde los usuarios hacen análisis y reseñas de libros bastante completas.
3. Lee varios libros a la vez
Esto no es ninguna locura exclusiva para genios. No es como jugar varias partidas de ajedrez simultáneamente. Cualquiera puede leer varios libros a la vez, del mismo modo que todos somos capaces de seguir varias series de televisión y en ningún momento se nos lían las historias. No obstante, este método no ayuda a aquellos que tienden demasiado a dejar las cosas a medias. Pero sí es muy beneficioso para quienes les apetece cambiar de género con demasiada frecuencia. Si tu ánimo influye en tus lecturas, aplícate esta opción. Ten varios libros sobre tu mesita de noche y lee lo que te apetezca cada día. Pero ojo, deben ser libros de temática diferente. Este truco no te va a servir de nada si el género y el tema de todas tus lecturas son el mismo.
4. Pásate a la lectura digital
Si eres de los que disfrutan con el olor de un libro nuevo quizá no necesites dar el salto del papel a la pantalla, pero aun así, te recomiendo que lo pruebes. Yo era extremadamente reacio a utilizar un kindle, ya que siempre he sido de leerlo todo impreso en papel. Incluso me fastidia cuando tengo que leer un texto extenso en la pantalla del ordenador. Pero confieso que los kindle son algo maravilloso. No tiene nada que ver con leer en la pantalla del ordenador, ni del móvil. Altamente recomendable y práctico, ya que la comodidad de llevar una biblioteca entera en el bolsillo incita a la lectura.
5. Disfruta de la lectura
Un libro puede gustarte, pero disfrutarlo mientras lees cada palabra es ir un paso más allá. Las historias son algo más que un principio, un nudo y un desenlace. No basta con entender y recordar lo que lees, tienes que sentirlo. Sumergirte en un libro te hará disfrutar cien veces más de la lectura. No leas con prisa, disfruta cada escena. No pases por alto los detalles o resoples ante un extenso párrafo descriptivo. En lugar de eso dedícate a imaginar cada una de las cosas descritas. No leas los diálogos como si fuese un partido de tenis, intenta imaginar las emociones que experimentan los personajes mientras pronuncian cada palabra. Imagina su lenguaje corporal, cada mueca, cada gesto… Haz que cada libro cobre vida y nunca dejarás de leer.
Espero que estos consejos te sirvan. A mí personalmente me han funcionado a la perfección. ¿Y tú, tienes algún truco para leer todos los días?